"No me presiona encarar una superproducción. Estoy desde chico en el mundo del cine y me parecen medio boludos los que se toman el show en serio. Hay que tener la cabeza fría: en Los Angeles existen muchos tiburones, muchos irresponsables que hoy te dicen que sos un genio y mañana, que no servís para nada. Me siento muy tranquilo desde lo artístico. Desde lo económico es todo más difícil. Hacer una película de 55 millones de dólares, sin un gran estudio atrás, tiene riesgos. Pero elegí correrlos; si no, hubiera pensado en algo chico".
El que habla, desde París, donde está radicado, es Juan Solanas, hijo de Pino Solanas. El realizador argentino, de 42 años, está a punto de rodar Upside Down, una historia de amor futurista, con -nada menos- Kirsten Dunst (El Hombre Araña) y Emile Hirsch (Meteoro) como protagonistas. "Ella me fascinó en Todo sucede en Elizabethtown, una película que combina sensibilidad, poesía, fragilidad y humor. Una vez que uno supera la barrera de su entorno, Kirsten se muestra como una chica muy simple y con buena onda, al margen de su belleza. Y yo no buscaba una bomba sexual hormónica".
En el caso de Hirsch, que todavía no firmó contrato, Solanas quedó fascinado al verlo en Into the Wild, de Sean Penn, drama que transcurre en gran parte en Alaska. "Hirsch es un actor enorme. Lo demostró en ese protagónico y en papeles de reparto, como en Milk. Uno lo ve un rato en pantalla y no lo olvida".
Upside Down, que comenzará a ser rodada a principios de 2010 en Australia, no es, según Solanas, "una típica película de ciencia ficción con un dispositivo pseudocientífico. Es una historia de amor a lo Tim Burton; un cuento cargado de fantasía, poesía, metáforas y acción, en base a una idea muy loca que trabajo desde hace cuatro años, el último de ellos junto con Santiago Amigorena. La trama transcurre en torno a una sociedad con alto nivel de desarrollo y a otra subdesarrollada. La parte visual es alucinante: veremos una ciudad arriba de otra; separadas por un kilómetro y medio; con gravedades opuestas y reglas particulares".
A pesar del alto costo de producción, Solanas define a Upside Down como "una película independiente". "Obviamente, fue muy difícil conseguir el dinero y la crisis complicó. La producción es francesa, con aportes de otros países, pero no hay detrás un gran estudio de Hollywood que ponga 100 millones y exigencias. Tengo libertad creativa, a pesar de que, por el tamaño del proyecto, el filme se hará con actores famosos y en inglés. Los que ponen el dinero no me exigen que resigne mi lugar, aunque tampoco esperan solamente aplausos, sino recuperar y ganar dinero".
El que habla, desde París, donde está radicado, es Juan Solanas, hijo de Pino Solanas. El realizador argentino, de 42 años, está a punto de rodar Upside Down, una historia de amor futurista, con -nada menos- Kirsten Dunst (El Hombre Araña) y Emile Hirsch (Meteoro) como protagonistas. "Ella me fascinó en Todo sucede en Elizabethtown, una película que combina sensibilidad, poesía, fragilidad y humor. Una vez que uno supera la barrera de su entorno, Kirsten se muestra como una chica muy simple y con buena onda, al margen de su belleza. Y yo no buscaba una bomba sexual hormónica".
En el caso de Hirsch, que todavía no firmó contrato, Solanas quedó fascinado al verlo en Into the Wild, de Sean Penn, drama que transcurre en gran parte en Alaska. "Hirsch es un actor enorme. Lo demostró en ese protagónico y en papeles de reparto, como en Milk. Uno lo ve un rato en pantalla y no lo olvida".
Upside Down, que comenzará a ser rodada a principios de 2010 en Australia, no es, según Solanas, "una típica película de ciencia ficción con un dispositivo pseudocientífico. Es una historia de amor a lo Tim Burton; un cuento cargado de fantasía, poesía, metáforas y acción, en base a una idea muy loca que trabajo desde hace cuatro años, el último de ellos junto con Santiago Amigorena. La trama transcurre en torno a una sociedad con alto nivel de desarrollo y a otra subdesarrollada. La parte visual es alucinante: veremos una ciudad arriba de otra; separadas por un kilómetro y medio; con gravedades opuestas y reglas particulares".
A pesar del alto costo de producción, Solanas define a Upside Down como "una película independiente". "Obviamente, fue muy difícil conseguir el dinero y la crisis complicó. La producción es francesa, con aportes de otros países, pero no hay detrás un gran estudio de Hollywood que ponga 100 millones y exigencias. Tengo libertad creativa, a pesar de que, por el tamaño del proyecto, el filme se hará con actores famosos y en inglés. Los que ponen el dinero no me exigen que resigne mi lugar, aunque tampoco esperan solamente aplausos, sino recuperar y ganar dinero".
Diario Clarín
